Con el título de La lengua andaluza, Antonio Andrés Verdugo Durán expone en forma de conferencia sus reivindicaciones acerca de la rica tradición oral andaluza .
La presentación del ponente corre a cargo de Javier Hidalgo Jurado que glosa la figura del conferenciante haciendo referencia a sus múltiples cualidades, en especial a sus dotes intelectuales, deportivas y como persona de gran ingenio.
Acto seguido Antonio Andrés comienza la conferencia expresando que había cambiado el tono del discurso, ya que en principio lo había pensado en un tono humorístico, pero por diversas circunstancias se había decidido por uno más serio y académico.
Comienza definiendo a Andalucía como crisol de culturas, consecuencia del rico mestizaje cultural obtenido a lo largo de su historia y que ha dado lugar a su verdadera esencia, que indentifica a los andaluces en el mundo como gente abierta, hospitalaria y con una especial manera de ser, sentir y hablar, así como con un rico acervo cultural obtenido a lo largo de los siglos, del que sentirnos orgullosos. A pesar de ello, no siempre se han reconocido estos valores, muy a contrario, en ocasiones hemos sido ignorados y menospreciados por nuesta particular idiosincrasia.
Por ello se hace cada vez más necesario fomentar entre los andaluces la justa valoración de nuestro rico patrimonio cultural heredado de civilizaciones ancestrales que nos dejaron su impronta y que contribuyeron a la construcción de nuestra identidad como hablantes, por lo que es necesario fomentar el uso de la rica tradición oral andaluza, en la certeza de que nuestro futuro como pueblo sólo se podrá acrecentar desde nuestro orgullo por el pasado. Los andaluces deberíamos aprender a apreciar nuestros valores como pueblo y a sentir orgullo por nuestras tradiciones y nuestra manera de ser, sentir y hablar.
Seguidamente define al andaluz como dialecto del castellano al carecer de una gramática y una ortografía propias, pero añade que algunos lingüístas lo definen como una lengua con identidad propia, al no provenir en su totalidad del castellano y al contener rasgos fonéticos, morfológicos y sintácticos propios de la variedad del romance del sur.
Continúa refiriéndose a la existencia de una percepción social del andaluz negativa, por parte de los hablantes de las demás variedades lingüísticas del castellano, al considerarse una deformación del modelo oficial o a una identificación con la miseria o el retraso social que provocaría un uso inadecuado del castellano. Como consecuecia de estas ideas se habría producido un cierto complejo de inferioridad por parte de los andaluces como indica el hecho de que, hasta en los medios de comunicación de titularidad pública andaluza, son raros los presentadores que se expresen de forma natural en andaluz.
Termina su exposición definiendo el carácter andaluz y haciendo la propuesta de que deberíamos sentirnos orgullosos de nuestros valores como pueblo y en especial de nuestra forma de expresarnos: la lengua andaluza.
FOTOS DE LA REUNIÓN